Cuando viajas en avión hay ciertas reglas de seguridad esenciales que debes conocer. Los auxiliares de vuelo siempre estarán pendientes de avisarte. Pero también hay algunas pautas más prácticas que debes tener en cuenta. Aquí tienes 11 cosas que nunca debes hacer en un avión.
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Permanecer en tu asiento durante todo el vuelo
Viajar en avión aumenta sus probabilidades de desarrollar trombosis venosa profunda o TVP. Pero esto puede prevenirse con un paseo corto o movimientos simples desde tu asiento durante el vuelo, así como también usando ropa holgada.
Descuidar la hidratación
Los aviones resecan la piel. Así que aplica un poco de crema hidratante para evitar aterrizar con picazón. También considera usar un protector solar ligero para protegerte de los rayos del sol que entran por las ventanas.
Abusar de las gaseosas
Todo el mundo ha sentido que se le tapan los oídos a medida que la presión de la cabina cambia durante el vuelo. Esto también puede conducir a una expansión del gas dentro del cuerpo. Reduce esa sensación de hinchazón evitando las bebidas gaseosas (incluso esa copa de champán).
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Exagerar con el alcohol
Hablando de champaña. Por muy tentador que sea tomar una copa o dos para aplacar los nervios, beber demasiado alcohol puede convertirse en una pesadilla. La presión a bordo hace que reacciones a los efectos del alcohol mucho más rápido. Así que puedes sentirte (y actuar) mucho más borracho de lo normal después de ingerir apenas dos copitas.
Quitarse los calcetines
Es posible que quieras ponerte cómodo, pero nadie tiene que soportar el olor de tus pies descalzos. Además, ¿realmente quieres estar descalzo en un lugar que tiene gérmenes de TODO el mundo?
Beber té o café
Una taza de café puede parecer una gran idea para hacerte sentir tranquilo o mantenerte despierto. Sin embargo la verdad es que el agua del grifo de un avión, con la que a menudo se preparan las bebidas calientes, es muy propensa a las bacterias. Elije bebidas enlatadas o envasadas.
Dormir cuando es de día en tu lugar de destino
Debes adaptarte a la zona horaria de tu destino lo antes posible. Así no te quedaras dormido cuando llegue la hora del desayuno. De hecho, si puedes, intenta ajustarte a tu nueva zona horaria unos días antes de viajar quedándote despierto más tarde o levantándote más temprano.
Comer alimentos que hayan tocado la bandeja
Las bandejas deberían limpiarse después de cada vuelo. No obstante, un estudio reciente reveló que las bandejas albergan un promedio de 2.155 unidades de bacterias por pulgada cuadrada. Es decir, si tu galleta toca la bandeja, no te la comas.
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Probar nuevos medicamentos para dormir
Tomarse una pastilla para dormir en el momento del despegue puede ser tentador cuando haces un largo viaje. Pero asegúrate de saber en qué te estás metiendo. Descubrir a mitad del vuelo que eres alérgico a uno de los ingredientes activos o que el medicamento te hace alucinar no va a ser divertido, para nadie.
Usar lentes de contacto
Otra consecuencia del aire seco en los aviones es que los lentes de contacto pueden irritarte los ojos más de lo normal. Usa lentes normales para estar más cómodo y evitar el impulso de frotarte los ojos.
No decir que te sientes mal
No dudes en decirles a los tripulantes de cabina si no se sientes bien, sea cual sea el motivo. Están altamente capacitados para tratar una amplia gama de problemas, así que podrán brindarte asistencia y comodidad.
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