No son pocos los que deciden ir a vivir durante un tiempo o definitivamente a la isla de Malta. Los motivos para llevar a cabo este traslado son muchos y variados, pero baste citar que su temporada de verano dura 8 meses, que es una isla paradisiaca ubicada en el centro del Mediterráneo y un lugar económico ideal para aprender inglés
Malta no es solo una isla, es un archipiélago cuya isla más importante se llama Malta. Sin embargo, posee dos islas más habitables y un buen número de otras más pequeñas que son idílicas para perderse,practicar submarinismo, deportes acuáticos o relajarse en soledad en alguna de sus playas desiertas.
Malta, su mayor y más populosa isla, destaca por haberse convertido en el lugar perfecto para estudiar inglés. Los motivos van desde la enorme calidad de las academias existentes hasta los excelentes precios y un modo de vida tranquilo y seguro.
Malta para aprender inglés
Malta lleva algún tiempo colocándose como la primera opción para ir a estudiar inglés, por encima de otros destinos tan importantes como Irlanda o el propio Reino Unido. El principal motivo, además del buen nivel de enseñanza que poseen sus academias, es el nivel económico del país que, siendo seguro y tranquilo, no es elevado.
Efectivamente, el nivel de vida de los malteses no es tan alto como el de los irlandeses y mucho menos que el de los británicos, por lo tanto, vivir aquí va a resultar mucho menos costoso. Hay que tener en cuenta que habrá que pagar el alojamiento, la alimentación, los gastos de desplazamiento y la academia, entre otros.
Comparativa de precios
Efectivamente, es más económico, basta con solo comparar el coste de un curso de inglés básico en el que sea necesario pasar 4 semanas en el destino, es decir, de 80 horas. El CES de Dublín en Irlanda tiene un precio de 940 euros. Si se compara con una academia de similares características, pero en Londres, el Delfin English School, el precio baja hasta los 706 euros. Sin embargo, en el barrio de Paceville, la academia Elanguest, tiene un coste de unos 560 euros.
La diferencia es notable, y la calidad la misma. De hecho, no son pocas las voces que resaltan este aspecto formativo de las academias maltesas.
Clima y calidad de vida
Como se ha hecho referencia al principio de este artículo, el clima de Malta, puramente mediterráneo, es uno de sus principales valores a la hora de decantarse por este lugar para vivir y aprender un idioma. No es lo mismo, salir a pasear con una temperatura agradable y repasar frente al mar que soportar la constante lluvia y niebla habituales en Inglaterra e Irlanda.
Siendo un país tranquilo, que invita a la reflexión, también tiene una buena cantidad de opciones para el ocio, nocturno y diurno. Por este motivo, también será posible desconectar de los estudios cuando haga falta, pero no será un constante reclamo de fiestas que hagan perder al estudiante el sentido de su estancia.
Por último, cabe destacar lo familiares y amistosos que son los habitantes de la isla. En ningún momento el maltés hará sentir al visitante como si fuera un extraño. Al estar acostumbrados al turismo, son bastante abiertos y no dudan en echar una mano al estudiante cuando hace falta.
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Trabajar en Malta
Siendo una isla tan pequeña, es sorprendente encontrar tanta oferta laboral. A fecha del 18 de febrero de 2021, en la que se escribe este artículo, se ofrecen 394 puestos de trabajo en la isla. Una demanda que se verá incrementada notablemente en verano con la llegada de la temporada de vacaciones.
Cierto es que los salarios no son demasiado elevados, pero son bastante buenos para vivir cómodamente en la isla. No es extraño que el estudiante de inglés termine por encontrar trabajo y se quede en la isla a vivir.
Los empleos más solicitados son aquellos relacionados con ventas, empleados de centros de llamadas, desarrolladores de software y todos aquellos relacionados con la hostelería y el turismo.
Sitios que visitar
Por supuesto, una vez en la isla no quedarán más opciones que salir a descubrir y disfrutar sus muchos rincones con encanto, lugares sorprendentes de gran belleza, cultura y gastronomía mediterránea.
Recordar que son tres las islas habitables (Malta, Comino y Gozo), pero las otras 8 sin habitantes permanentes (Cominotto, Halfa, Islas de San Pablo, Delmarva, Filfla, Manoel, Tac-Cawl y Ta´Fraben) se pueden visitar.
Malta
Malta es la que mantiene la mayor cantidad de tesoros históricos y culturales y algún que otro natural. No se debe dejar pasar la ocasión para ver espacios como La Velletta (ciudad Barroca), Marsaxlokk (puerto pesqueo), Mdina (edificios religiosos del siglo XV), Rabat (ciudad medieval árabe), La Cottonera (tres ciudades históricas), Cospicua (la más grande y última en ser edificada) Vittoriosa, Senglea…
Isla de Gozo
Tampoco hay que olvidar la isla de Gozo para desconectar y disfrutar de sus valles, acantilados y vida rural. Merecen una visita su capital Victoria y recorrer su costa para descubrir lugares tan espectaculares como la Blue Window (colapsada en 2017). También hay que ver el templo de Ggantija (3600 a.C), las salinas de Piedra, en Marsalforn (abandonadas), Ramla Bay (playa anaranjada) y la Cueva de Calipso, Ta´kola Windmill, Xlendi (pueblo de pescadores), y Mdzhar (puerto).
Isla de Comino
Por último, la más pequeña y habitable (3,5 kilómetros cuadrados) en la que es visita obligada para darse un baño en el Blue Lagoon, la playa paradisiaca y más visitada por el turismo maltés. Aunque la isla en sí ofrece otros muchos rincones en los que perderse y aislarse si no se quiere estar en lugares excesivamente masificados, y los muchos senderos que la recorren ofrecen muchas posibilidades de localizar paz, tranquilidad y un baño en solitario.
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