10 tips para tomar el sol de forma segura

Luego de meses confinados, miles de personas han acudido a las playas de todo el mundo para sacar provecho del sol, así como refrescarse con un baño. No obstante, es necesario adoptar las medidas de precaución pertinentes para proteger nuestra piel de los rayos ultravioletas en verano.

A continuación presentamos 10 consejos útiles para prevenir enfermedades y disfrutar del sol sin peligro alguno.

  1. Limitar el tiempo de exposición. El sol nos aporta diversos beneficios, incluso para nuestro estado de ánimo. “El sol es la principal fuente de vitamina D, la cual absorbe el calcio en el intestino, reduce la presión arterial, regula la función renal, entre otras funciones. En las zonas frías, el consumo de suplementos es esencial, pues requieren cubrir la ausencia de luz natural”, señala Katrine Rubæk del blog nutricional de Sundt. En la playa, no debemos pasar más de media hora seguida tomando el sol. Lo mejor es buscar la sombra de una sombrilla, un árbol o un toldo. Mientras más tiempo exponemos la piel, más rápido envejecerá.
  2. Usar buen protector solar. Es indispensable usar un producto que se encuentre testado dermatológicamente. Se aconseja aplicarlo cada 2 horas sobre la piel. Por lo general, nos bastará con una crema solar de protección solar Alta (SPF30 o 50) o Muy Alta (SPF 50+). También se recomienda evitar usar protectores del año anterior, pues pueden haber perdido eficacia por una inadecuada conservación.
  3. Atención especial a niños. Los niños deben usar fotoprotectores especiales debido a que la concentración de sus filtros es diferente. La piel de los niños es sumamente delicada y puede sufrir más que la de adultos bajo el sol. Las quemaduras durante los primeros años de vida pueden tener serias secuelas, pues aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel en la edad adulta. Los bebés menores de un año deben mantenerse fuera de la luz solar directa.
  4. Un protector solar por necesidad. La elección del protector solar se realiza en función de las necesidades de cada persona y de cada zona del cuerpo. Por ejemplo, una persona con un fototipo alto (de piel oscura) puede estar protegida con un SFP30. Aquellas con fototipos claros, con mayor predisposición a quemaduras, deben usar una protección más alta SPF50 o SPF50+.
  5. Aplicarse el protector correctamente. Por más que compremos los protectores más costosos y de acuerdo a las características de cada persona, si no los aplicamos correctamente, la protección será deficiente. Es necesario seguir las recomendaciones de la caja o envase del producto. Diversos estudios han revelado que solo se emplea ¼ de la cantidad de fotoprotector necesaria para garantizar su eficacia. Es necesario aplicar el fotoprotector de forma uniforme sobre la piel seca.

Si bien estas recomendaciones son de forma general, es necesario tener cuidado con el lugar en donde vamos a tomar los rayos solares. Por ejemplo, en México se ha alertado a los bañistas que Ciudad de México recibe rayos solares más poderosos que el resto de playas.