Querer viajar y conocer otras culturas, idiomas y costumbres es algo muy positivo y enriquecedor. Todos soñamos con conocer un país determinado, todos tenemos un amor a distancia con alguna ciudad que nos encanta. Pero, si queremos materializar nuestro sueño, debemos tener una planificación bien estructurada y contar con el presupuesto adecuado a la aventura que deseamos emprender. Si por el momento no cuentas con estos dos requisitos, si debes esperar un poco antes de hacer el tour du monde, lo más recomendable es que te relajes y comiences a viajar sin maletas.
Es muy común que los viajeros empedernidos sientan frustración por no tener los recursos económicos necesarios para viajar o por no contar con el tiempo suficiente. Corta con esa desilusión porque a continuación te vamos a presentar 3 formas en las que puedes viajar sin costos elevados y sin llevar ningún equipaje.
Regresa en el tiempo
Muchas veces pensamos que viajar es moverse de un lado a otro y conocer nuevos lugares, esto es cierto, pero no del todo. Los seres humanos tenemos una herramienta muy valiosa, nosotros podemos viajar en el tiempo a través de nuestros recuerdos. Basta con mirar una fotografía. Observando una simple imagen puedes viajar nuevamente hasta la casa de la abuela o quizás vuelvas a experimentar la calidez de esa playa hermosa que conociste durante unas vacaciones de verano.
Haz un viaje instantáneo
Sí, leíste bien. Puedes teletransportarte, de hecho, quizás lo hayas logrado muchas veces sin siquiera notarlo. Y es que, hay olores y sabores que nos llevan a lugares especiales de los que no quisiéramos regresar, por ejemplo, el aroma de un buen café puede llevarte de la mano hasta Colombia. Quizás puedes consentirte cocinando un omelette o un delicioso pain au chocolat y de esta forma desayunas un día en París.
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Viaja a través de alguien más
Cuando terceros publican fotos de lugares hermosos y están dispuestos a contar algún relato del viaje que realizaron, a veces sentimos envidia porque creemos que somos nosotros los que teníamos que estar en ese lugar. Por lo general, el egoísmo nos ciega y no vemos que cuando leemos o escuchamos lo que otra persona nos está relatando, somos capaces de sentir empatía y conectarnos con sus sentimientos, vivencias e impresiones.
Las experiencias de otras personas nos sirven para crecer, para saber lo que puede funcionar en ciertos países o ciudades. Además, al igual que los viajes, las vivencias de terceras personas nos ayudan construir una nueva visión del mundo.
Es cuestión de actitud
En fin, con estos tres puntos no queremos decir que debes conformarte o que jamás podrás hacer tu viaje soñado . La verdad es que hay mil formas de lograrlo, si te lo propones y trabajas por ello entonces es posible.
El objetivo es viajar sin maletas. Mientras pones manos a la obra y planificas tu travesía, debes recordar que la vida también es un viaje y que debes asegurarte de disfrutarlo, sin importar donde te encuentres o los recursos que tengas. Si valoras las pequeñas cosas estarás preparado para recibir las más sublimes. El secreto está en dejar que todo suceda y fluya a su ritmo porque cada momento nos hace crecer y cada detalle, por más tonto que parezca, enriquece nuestra existencia.
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