Hacer una escala corta, de menos de 24 horas, en una ciudad en la que siempre quisiste estar es una tentación. Es normal que quieras salir y conocer todos esos lugares a los que siempre quisiste ir. No obstante, hay 5 razones por las cuales esa no es la mejor idea. ¿Quieres saber por qué? Aquí la respuesta.
Nunca dejas de ver el reloj
Imagina que estas en un lugar totalmente increíble que siempre quisiste conocer. Sin embargo, no disfrutas estar ahí porque no puedes parar de ver el reloj. Los segundos, los minutos y las horas pasan volando. Por arte de magia el tiempo que tuviste planificado para ese magnífico lugar (20 minutos), ya se fue.
Es muy cruel pero es así. Quedan sentimientos encontrados. Por un lado la alegría de haber estado ahí. Por otro lado sientes la inmensa frustración de no poder adentrarte un poco más en tu experiencia viajera. Pero no pierdes tiempo lamentándote y te vas corriendo al siguiente lugar que quieres conocer.
Siempre se olvida algo
Es increíble pero siempre se olvida algo en la maleta. Sea un abrigo, el selfie stick (que si estas solo es indispensable). En fin, cualquier cosa importante que no recordarás sino en el justo momento en el que la necesites.
Y no solamente se olvidan cosas en la maleta sino también en el camino. Recuerdas el “nunca dejas de ver el reloj”. Bueno, por la presión que genera ese pequeño artefacto se corre el riesgo de dejar olvidado algún utensilio especial. Puede ser que dejes tus lentes (los únicos que tienes) en el taxi, en un café o en el monumento que conociste (pero que no disfrutaste). Nunca recordarás donde los perdiste.
No conoces el tráfico
Otra de las razones para no visitar una ciudad si vas a hacer una escala corta, es el tráfico. Puede que estés pensando “eso se soluciona con un taxi porque te llevan directo al lugar y no corres el riesgo de perderte”. Ok, es válido. Aunque debes reconocer que los taxis no son siempre la mejor opción si estás contra el reloj. Puedes quedar atascado en el tráfico y créeme entrarás en pánico.
Si viajas con frecuencia debes saber que, por lo general, las personas tardan de dos a tres días para entender cómo transitar por una ciudad nueva (así tengas GoogleMaps). Para nadie es un secreto que los turistas caminan largas horas buscando direcciones, aprendiendo la dinámica del tren, descifrando direcciones, mapas etc. Ahora imagina tener que descifrar todo eso con el tic tac del reloj retumbando en tu cabeza.
Ley de Murphy
“Si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal”. Si, ya sé. Seguro crees que es muy pesimista de mi parte pensar de esta manera. La verdad odio ser yo quien te lo diga pero Murphy sabe de lo que habla. Su ley se cumple cuando haces una escala corta y sales a recorrer la ciudad.
Es como si todo estuviera en tu contra. La madre naturaleza conspira y ese mismo día la lluvia retrasa todo, arruina tus planes y tus fotografías en ese lugar precioso. Quizás no es la naturaleza sino que el taxista maneja más lento de lo normal. Quizás no es el taxista sino la aerolínea que decidió, por única vez en toda su historia, cerrar el vuelo un «poquito» antes.
Regresas exhausto
Cuando sales del aeropuerto en una escala corta, comienza la cuenta regresiva y sientes que debes correr a todas partes. Te sumerges en una presión física y psicológica. Por ende, si logras regresar a tiempo al aeropuerto, quedas exhausto.
Lo peor de todo es que solo puedes pensar en aquello que te falto conocer. Nunca vas a conformarte con lo poco que pudiste ver. Además, justo en ese momento es donde caes en cuenta que estuviste en un lugar tan especial y ni siquiera te tomaste el tiempo para agradecer lo que veían tus ojos.
No es que esto me haya pasado. No, para nada. Le paso al amigo de un amigo. Créeme que cuando me contó su travesía no dudé en compartir estas 5 razones por las que debes pensarlo bien antes de visitar una ciudad cuando haces una escala corta. Compártelas tú también, si crees que pueden ser útiles para alguien más.
Y si no conoces las reglas es probable que te toque pagar algún impuesto de salida de ese país porque te consideran otra vez inmigrante, como nos pasó en Lima alguna vez (1000 USD por persona) por querer conocer un rato de la Lima nocturna