Además de su popularísimo ambiente nocturno, Mallorca es mucho más que fiesta. La mayor de las islas Baleares guarda espacio tanto para la calma como para la adrenalina. Desde una cata de vinos y un paseo a caballo hasta la isla bajo tierra y a vista de pájaro, diez cosas que hacer en Mallorca.
Mallorca: un vergel de posibilidades
Aunque conocida por las incansables juergas de algunos turistas, Mallorca es todo un paraíso por descubrir donde belleza, historia y aventura van de la mano. La mayor de las Islas Baleares goza de un gran surtido de actividades para todos los públicos que, de un modo u otro, harán de nuestra visita una experiencia inolvidable.
A modo de ejemplo, se expone a continuación un listado de diez increíbles Excursiones por Mallorca con las que sacarle un gran provecho a nuestro viaje. Desde el clásico tour guiado y las travesías por mar de algunas de sus mejores calas hasta un paseo a vista de pájaro o incluso una postal de ensueño a caballo ante el Mediterráneo.
La isla a 25 metros bajo tierra
Punto de interés imprescindible para quienes viajan a Mallorca, las Coves del Drach nos transportan al mundo subterráneo en un recorrido entre estalagmitas y estalactitas que, por todo lo alto, culmina en un concierto en vivo de música clásica y un paseo en barca por el Lago Martel. Sin lugar a dudas, una ruta para reconquistar la atracción por la magia y el misterio mitológico que laten bajo nuestros pies.
Disfrutando de la fauna marina en libertad
Saliendo a la superficie, pero apostando ahora por la riqueza submarina, una fantástica propuesta es la del avistamiento de delfines mientras recorremos en barco la bahía de Alcudia. Asimismo, una opción para alejarnos de la crueldad de los zoológicos a fin de disfrutar de una naturaleza cuya libertad es en sí misma un espectáculo. Además, incluyendo desayuno en el trayecto en barco.
Lo mejor de Mallorca, desde lo alto
Partiendo del aeródromo de Son Bonet, es posible llevar con nuestra experiencia una vista única en helicóptero de Mallorca. Una oportunidad para apreciar la geografía tanto de sus calas y sierras como de sus pueblos y costas como nunca antes. Un vuelo de una hora de duración a través de un asombroso recorrido entre la Sierra de Tramuntana y la bahía de Palma.
Buceo, pesca y, sobre todo, paz
Entendiendo que la costa es uno de los imprescindibles en Mallorca, nada mejor que hacer snorkel en la bahía de Pollença. Además, con la oportunidad de atravesar el lugar en barco, con bebidas y piscolabis incluidos y opción de subirse a un stand up paddle e incluso pescar. Una opción tranquila para quienes quieren tomarse su tiempo disfrutando del mar mallorquín.
Del castillo de Cabrera a la Cova Blava
Siguiendo la ruta por mar, la Isla de Cabrera propone echarle un vistazo a 18 preciosas islas e islotes en su recorrido, por no mencionar su castillo que poder visitar si queremos estirar las piernas tras el barco. Asimismo, incluyendo un trayecto por la tarde hasta las aguas azules de la Cova Blava, una cueva marina donde poder darse un atípico baño más que merecido.
Pausa para vino exclusivo y queso local
A pesar de lo interesante de las propuestas, siempre viene bien desconectar de todo de la mejor manera posible. Por ello, ¿por qué no realizar una cata de vinos y quesos locales para relajarnos? Más aún, ubicada en el rancho Ses Rocas, si se trata de una actividad a realizar al aire libre ante el Puig de Son San Martí.
Camino a Formentor por mar
Recurriendo al mar para desplazarnos de nuevo, a la par que gozando del paisaje, ir en barco hasta Formentor es una opción indispensable para disfrutar de las postales que nos ofrecen el islote de Aucanada, los acantilados de Coll Baix o las calas de Cabo Pinar. Y, tras ello, disfrutar de una de las playas mallorquinas más bonitas.
Vistas a trote lento ante el paraíso
Separándonos otra vez de la carretera marítima, nada más idílico que un paseo a caballo con vistas a la playa. Sin duda, la fotografía que será portada del álbum memorial de este viaje donde el paraíso, como en pocas veces sucede, está al alcance. Más todavía, contando con los paisajes vírgenes de Son Serra de Marina donde podernos dejar llevar por la incomparable luz del momento.
Para quienes quieren conocer un poco más
Pensado para quienes persiguen profundizar en el lugar de destino, la visita guiada en Palma de Mallorca resulta ideal para conocer su historia. Con un primer recorrido de tres cuartos de hora a través de puntos de interés como el Palacio de la Almudaina, los patios medievales y las calles mallorquinas, hasta una visita al interior de la apoteósica Catedral de Palma de otros 45 minutos para completar la travesía.
Para quienes tienen sed de aventura
En otro tercio, aquellos que prefieran darle rienda suelta al frenesí y a la emoción pueden optar por actividades tales como una tirolina sobre el mar de más de 60 metros de recorrido, saltar al mar desde las rocas o escalarlas. O, si queremos aventura, pero algo de tranquilidad, la posibilidad de subirnos a un kayak doble para navegar a nuestro ritmo ante la apabullante belleza de Mallorca.